Los que me leen o siguen en las redes saben que hago ejercicio físico con regularidad. En la mayoría de los deportes para conseguir progresar y aumentar tu fuerza es necesario levantar cargas cada vez más pesadas. Sin esfuerzo suficiente, te quedas estancado y no avanzas, pero ese esfuerzo implica un estrés para el cuerpo.
Entrenar de forma frecuente produce fatiga muscular, pero además se van produciendo pequeños daños en la estructura del cuerpo y aunque el cuerpo se adapta, llegan momentos en que es necesario tomarse un respiro.
Lo mismo pasa con nuestra mente, se adapta al esfuerzo que le exigimos diariamente, pero pocas veces le damos la posibilidad de que se tome un descanso.
Descarga Proactiva aplicada a la actividad profesional
Un periodo de descarga implica un descanso, al hacerla de forma proactiva no dejamos de entrenar, sino que reducimos la intensidad, volumen o frecuencia de los entrenamientos.
Lo mismo puede aplicarse a nuestra actividad profesional. Donde podemos planificar una reducción en la intensidad o extensión de nuestra jornada laboral. Especialmente después de un período de gran estrés como fueron las presentaciones de las DDJJs Anuales.
Beneficios de los períodos de descarga:
- Evita el agotamiento mental causado por la presión de realizar tareas extremadamente complejas.
- Nos permite recuperar nuestra energía.
- Aumenta la motivación, al realizar actividades más sencillas o creativas.
Por supuesto estos períodos de descarga hay que programarlos en nuestra agenda, como si fuese la reunión con nuestro cliente más importante (nosotros mismos) y respetarlos.
En mi caso este cuatrimestre me tocó un curso en la Universidad los miércoles de 19 a 23 hs., teniendo en cuenta que mi jornada laboral comienza antes de las 7 am, decidí que los miércoles a partir de las 15 hs. y hasta la hora de comenzar a dar clases, lo iba a destinar a realizar actividades que para mí son especialmente creativas (leer, hacer cursos, escribir, grabar algún video, etc.) y que me llenan de energía, lo cual me permite además continuar hasta las 23 hs. explicando conciliación bancaria con una sonrisa de oreja a oreja.
Esto es algo que en los más de 20 años que trabajo nunca había probado y si bien sigo batallando con el sentimiento (arcaico) de culpa de no estar haciendo algo “productivo”, la verdad es que el resto de la semana no se me hace cuesta arriba. Veremos como termino el cuatrimestre.
¿Probaron alguna vez realizar un período de descarga programado? ¿Les parece imposible con el ritmo actual de exigencias que enfrentamos? ¿Qué creen que pasaría si lo intentan?
Me encantaría leer sus opiniones.