Hace algunas semanas me llegó un video de un gato pasando por lugares cada vez mas pequeños.
No es un video que tenga nada en especial, es solo un gato al que le ponen un obstáculo con una abertura y cada vez que el gato lo pasa, vuelven a achicar la abertura del obstáculo hasta que el espacio ya se le hace demasiado pequeño, entonces el gato mira hacia arriba y decide “saltar” el obstáculo.
El gato podría haber saltado desde la primera vez que le pusieron el obstáculo pero por alguna razón solo buscó una alternativa cuando el espacio ya era demasiado pequeño para él… y me sentí identificada ¿Cuántas veces ante un obstáculo laboral decidimos adaptarnos a él, en vez buscar mejores alternativas?
A veces ni siquiera nos damos cuenta de la existencia de estas situaciones que nos limitan hasta que se hacen insostenibles y tomamos la decisión de enfrentarlas, abandonarlas o resignarnos para siempre, cuando ya estamos contra la pared, sin tiempo para reflexionar porque llegamos hasta acá.
En la relación profesional que nos une con nuestros clientes suelen existir varios puntos que podríamos llamar trabas y suelen girar en torno a:
Las tareas que estamos dispuestos realizar para el cliente y las que no.
Los honorarios que le cobramos al cliente por esas tareas.
El horario de atención en el que estamos dispuestos a atender al cliente.
La deuda de honorarios que el cliente no llega nunca a pagar.
Cada uno sabe donde está trabado con sus clientes y porque, pero una vez identificado el obstáculo deberíamos dejar de soportar la presión que éste ejerce sobre nosotros y nuestro trabajo y buscar alternativas. Levantar la vista del monitor, mirar el problema desde otra perspectiva y buscar soluciones creativas en vez de seguir ajustándonos a situaciones por las cuales ya no queremos pasar.
¡Qué tengan un excelente domingo! Me encantaría leer sobre alguna situación que tuvieron que enfrentar y encontraron una solución creativa para superarla.
Les dejo el video del gato para que lo vean.