De los últimos 5 años, incluyendo años de pandemia, sin dudas la primera mitad del año 2022 ha sido la más complicada de todas, hemos llegado a presenciar un nivel de deterioro y presión en el ejercicio profesional como nunca antes y estamos cansados (por lo menos yo lo estoy).
Y llega Julio (con memes incluidos) y nos damos cuenta que se nos fue la mitad del año otra vez y que si nos habíamos propuesto algún objetivo para el 2022 estamos lejos de lograrlo (muchos ni siquiera pudimos empezar a trabajar en eso)
¿Qué nos detiene al momento de conseguir lo que planeamos?
Sin dudas, la mayoría de los colegas coincidirán en que es la gran cantidad de tareas que aumentan día a día, nuevos requerimientos, inspecciones, etc. Y es verdad, gran parte de nuestra jornada se extiende entre realizar tareas programadas mientras al mismo tiempo atendemos “urgencias” de todo tipo y lidiamos con páginas web que no funcionan.
Pero no es lo único, ejecutar las acciones necesarias para realizar aquello que planeamos insume una gran cantidad de voluntad de nuestra parte, voluntad que a esta altura del año es difícil de encontrar.
En mi caso particular, esto me genera muchísima ansiedad y también un poco de mal humor, siento que no avanzo en las cosas que son realmente importantes, en aquellas acciones que si las implementase cambiarían realmente mi día a día. No solo en cuestiones laborales, sino también en otros aspectos de nuestra vida que pueden mejorar.
Resetear el año
La sensación de volver a empezar de cero puede ayudarnos a manejar mejor la “culpa” de no haber podido lograr esos objetivos que nos planteamos al inicio del año.
Pero en este año en particular creo que es prioritario hacerlo con la mirada puesta en los honorarios, ya que sin dudas en lo que resta del año va a convertirse en un tema central para nosotros el mantener nuestros ingresos acordes con un costo de vida que parece aumentar minuto a minuto.
Si no nos tomamos el tiempo para reevaluar este punto vamos a necesitar que la jornada de trabajo se extienda hasta el infinito, porque seguiremos tomando más trabajo para cumplir con los objetivos monetarios que nos hayamos planteado.
¿Es momento de bajar el esfuerzo?
Es momento de elegir las acciones más eficientes para conseguir mejores resultados con menos esfuerzo.
El principio de Pareto establece que el 80 % de los resultados provienen del 20 % de las acciones. Nuestro trabajo puede segmentarse en partes o incluso en clientes, quizás es momento de identificar cuáles son las más relevantes en el resultado final.
Esto nos permitirá, no solo organizarnos en la tarea diaria asignando un orden de prioridad en la ejecución de las mismas, sino también aplicado a un nivel más profundo evaluar también como impactaría tomar un nuevo cliente o dejar alguno de los que ya tenemos.
Comenzar identificar las actividades ineficientes que nos roban tiempo y energía, es esencial para poder llegar fin de año sintiéndonos satisfechos de haber logrado el objetivo que habíamos planeado.